Disfruta de un acogedor paseo entre aves y animales salvajes que te saludan a tu llegada. La visita comienza con una presentación en vídeo de las Cuevas de San Miguel. Contando con todos los procedimientos del sistema de gestión de la seguridad, los turistas siguen un emocionante paseo por un sendero suspendido en medio del cerrado, que permite una perspectiva bajo las copas de los árboles a través de un puente colgante de unos 200 m de longitud. La vista se vuelve aún más exuberante al llegar al mirador, lo que permite una vista panorámica de la hermosa región.

El camino continúa durante otros 150 m de sendero hasta llegar a la entrada de la cueva, con formaciones geológicas variadas, donde la naturaleza intocable se muestra a través de corales y nidos de piedra caliza. Al tratarse de una cavidad seca, el visitante tiene la ventaja de caminar junto a las formaciones de espeleotemas como estalactitas, estalagmitas, travertinos, además de poder encontrar la lechuza común que habita la cueva. Sin duda, una excursión increíble para quienes aman descubrir cuevas y las formas de vida que las habitan.